Poco faltaba para perder los nervios en un minuto de desolación, verlo todo perdido aún así te quites o te pongas las gafas. No es dable hacer lo primero que se te ocurra, pues no tienes inspiración ni menos razón para justificar tal echo. ¿Que de qué hablo? Es difícil de adivinar, tampoco es fácil de comprender. Me levanté al revés, para ser exactos, me caí de la cama. Dormía plácidamente hasta que no se cómo me dio un susto algo sin vida y me caí boca abajo. No hablo de felicidad ni amor, girarme, sentarme y ver todo ordenado. Como si nadie viviese aquí. Entonces adiviné lo que era. Hola Dudas, ¿Qué tal? ya sé que te llamé sin querer, intenté extraviarte pero ni modo, me encontraste. Ya estás aquí, haz lo que viniste en mente. Pero antes deja que me forme mis ideas, durante 24 horas, entonces y solo entonces podrás empezar a hacer reflexionar mi mente. Hacer que empiece a llorar, sonreír, a maldecir y a preocuparme. Cada pregunta que formulas son mil sentimientos a escoger, no lo tengo claro... quiero o no quiero. Ya viniste 2 veces, la primera me dejaste en la banca rota, y la segunda me lo compensaste. Esta vez...¿qué será? no lo se con certeza, solo quiero que cuanto antes me ayudes a pensar antes terminaré de sufrir, aunque después de ti venga el dolor, pero eso es caso aparte de mil kilómetros.
Una cosa si quiero que hagas, te imploro rapidez... y un poco de buena voluntad. Todo cambiará, todo renovará... ¿De quién depende? Respiremos, la respuesta es otra pregunta. Algo así como ¿Quiero? no entenderás, pues ya estoy a tu altura, tu preguntas y tu respuesta es otra pregunta Dudas, ya me entiendes, mas bien nos entendemos. Una cosa antes de el fin al asunto; Quiero respirar aire ajeno.
Al tanto, un hecho de hace semanas y su frase sincera me ha hecho pensar esta mañana con un...
*Claro que si Samantha~
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