#RíeteDeTODO-

Vale, ahora sí que aclaro que lo del otro sábado ni quiero intentar conocer a tal o cual persona. Simplemente sé que uno no debe colarse en una fiesta. Pero pensando en esto, hoy bajaba las escaleras del mercadona, esas tan guays que bajas cuando el ascensor no funciona. Vale, yo que soy de mente extranjera al momento, me puse a pensar en mi día y lo del sábado. No me quiero volver a cruzar con alguien que luego no deje rastro. No, no siento nada por aquel chico, solo curiosidad de por qué se coló en la fiesta. Nada mas, pero lo que mas me preocupaba era pensar en la semana que me esperaba, llena de exámenes y trabajos para entregar. De un pensamiento a otro me salté dos escalones, mi patosidad me permitió bajar apoyando las manos en el suelo dando una voltereta vertical. Agradezco a mi profesor de gimnasia haberme exigido saber hacer tal voltereta. Lo malo es que caí mal al poner los pies en el suelo. Mi tobillo sufrió daños leves pero no tan graves. Me resultó raro no haber gritado ni llorado, solo respondí aspirando aire de un modo brusco. En ese momento mi manera de ver todo golpeó con la realidad. Mi padre me miró con cara de "te rompiste algo" pero no, aún era intacta esa meta a mi caída. Él vio mi reacción y se extrañó, me contó que creía que me iba a poner a llorar o gritar; pero nada de nada. Me preguntó ademas que cómo supe reaccionar tan rápido. Y le dije que mi profesor de gimnasia nos exigía saber hacer voltereta lateral, vertical, el pino y el puente. No le vio el sentido, pues yo tampoco. ÉL se refería que me veía despistada y que cuando me salté los dos escalones rápidamente me abalancé hacia delante, puse las manos sobre el suelo y giré. Lo malo fue poner los pies en el suelo, nunca se me dio bien acabar una voltereta. No papá no tengo ni idea de cómo me pispé tan rapidito, no tengo ni idea. Mi padre me dijo que parecía que me había tragado todo el aire del planeta y creía que me iba a agarrar al llanto desconsolado. Porque desde pequeña siempre que me caigo me ponía a llorar como si no hubiese mañana. Cuando llegamos a casa me enseñó una foto mía con seis años llorando a lo desesperada. No reaccioné mas que con risas psicópatas, me iba a morir de la risa en ese momento. Cada vez que me caigo todo me lo tomo a mal, me enfado y tal. Pero mi padre me dijo que cada vez que me caiga o me intenten jugar la vida , es un: Véngate con lo mejor que puedes hacer en ese momento #RiéteDeTODO-
Tantas personas se rieron de mi caída en el mercadona, y cuando cojeaba ya ni se cuenta. Solo sé que debí haberme echado unas risas con mi padre. Era la solución; la mejor solución. Tengo por seguro que la próxima haré una actuación acróbata para ver quien se ríe. Lo que tengo también claro es que cada día la vida me regala una moraleja, metáfora o consejo. Aunque me cueste un tobillo, sea así me reiré en el momento exacto.
-Ámm