#Mamá, tu no llores-

Primero antes de nada, confieso, que estas navidades son las peores de toda mi vida. No me gusta nada de lo que estoy viviendo. Mas bien, deseo inesperadamente volver a la rutina diaria. Hablando de mi, últimamente me duele la cabeza toda la noche y me molesta todo. Hasta el mas mínimo ruido no me deja dormir. Hay algo que no sé lo que es que no me deja comer, me quita las ganas y la verdad, solo estoy comiendo una  vez al día. No sé que me pasa. Tampoco encuentro pista alguna para averiguar la solución. Y mas me he venido abajo con tal noticia contada a mediodía, sé que mi madre puede tener sus locuras y tal. Pero la está pasando realmente mal, y yo soy tan hipócrita que lo visto lo echo por la borda. Por un momento me senté en la silla de mi habitación y me atonté mirando una foto de hace 10 años. Allí estaba ella, más feliz que ahora y con mejor salud. En un momento de suspense se me metió en mente que no tenía madre y que todo cambiaba, me sentía mas sola menos escuchada y con el soporte de paciencia en el infierno. Giré la cabeza literalmente y ví otra foto, era de hace 7 años, el día de mi cumpleaños. Allí estaba ella poniendo la tarta sobre la mesa mientras yo estaba con cara de egocéntrica. Enfoqué mis ojos en mi madre, resulta que ella ese día lloraba. No me gusta que mi madre llore, solo yo puedo llorar en mi familia. Ley mía de egoísmo número 3 . Se me escapó una sola lágrima por el ojo izquierdo y no se qué me devolvió a la realidad. Me caí de mi silla, me he hecho daño en la muñeca. Pero me levanté y sentí algo raro en el alma. Era algo feo, para especificar un poco. Salí de mi cuarto y ví mi casa vacía no había nadie. Me asusté, pero fuí al cuarto de mis padres y allí estaban todos. Cuando entré los ví callados, nadie hablaba. Me atreví a romper el hielo y dije : ¿A qué viene tanto silencio? Mamá, que siempre es la primera en responderme me abrazó, me dijo que nunca olvidase que me quiere. Al oír esas palabras me asusté mas de lo pasado. Me senté al lado de ella y me contó que cuando fuimos al médico, la tuvieron mucho rato porque tenía problemas con la sangre, que debería reposar y que tiene que asentar mas su rutina diaria. No entendí, ¿Qué me quería decir? Me dijo que le podría dar un derrame cerebral y que no volvería a ser persona si no se cuida. Me vinieron a la cabeza, todas mis discusiones con ella, una detrás de otra. Me siento algo culpable. Solo la abracé y le confesé que a pesar de todo la quería y que no se fuese. Se puso a llorar, y eso no me gustaba así que empecé a contarle cosas de mi vida. Y ví como poco a poco sacaba una sonrísa. Antes de volver para salir de casa le dije #Mamá, tu no llores-
*[Amm]*